Semillas de esperanza en el territorio de la ausencia
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Semillas de esperanza en el territorio de la ausencia
El ITESO dedicará su Ciclo de la Comunidad Solidaria 2025 a la desaparición forzada con un recorrido artístico y simbólico en el campus que busca transformar el dolor en memoria viva y acompañará la voz y la resistencia de las familias buscadoras.
Óliver Zazueta
Utilizar otros lenguajes para narrar el horror y sensibilizar sobre él ayuda a extender el horizonte y justo esa es la perspectiva con la que se organizó el Ciclo de la Comunidad Solidaria del ITESO 2025.
Esta ocasión el ciclo, organizado de manera conjunta entre la Coordinación de Reconciliación para una Cultura de Paz (Cerpaz) y el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ (CUDJ), está dedicado a la desaparición forzada de personas y tendrá una serie de actividades centrales el próximo 3 de septiembre, aunque otras se extenderán hasta noviembre de este año.
“El ciclo ha sido un evento muy importante en el ITESO desde que comenzó en el año 2000 con el padre David Fernández. Es un evento que nos recuerda cuál es la visión y la misión del ITESO, el compromiso social que tenemos hacia comunidades vulneradas y marginadas”, explicó Paulina Quintero, coordinadora de Cerpaz, quien dijo que esta actividad denominada “Camina la ausencia. Sembrando esperanza”, tiene también el objetivo de reconocer la capacidad de agencia que tienen las familias y reconstruir la narrativa de estigmatización que existe ante la gente que desaparece.
El ciclo es parte de un programa que impulsa procesos de sensibilización para estudiantes ante la problemática de la desaparición forzada y lo que implica el acompañamiento a las víctimas de este delito.
“En estos momentos, en la coyuntura que pasa nuestro país, me atrevo a decir que la desaparición forzada es el mayor flagelo que estamos pasando en México. En el panorama tenemos la poca honrosa cifra de 129 mil personas desaparecidas en este momento, ya sea que tienen un reporte de búsqueda o una carpeta de investigación abierta. Particularmente, Jalisco se encuentra en el epicentro de este horror, porque encabezamos la numeralia con 16 mil personas desaparecidas hasta ese momento”, expresó Luis Enrique González, director del CUDJ.
Este año, la intención es que las actividades salgan de los auditorios y que no sean solo eventos de corte académico. Por esa razón se diseñaron siete estaciones diseminadas en distintos puntos de la universidad, en las que habrá diversas intervenciones como una ceremonia paralitúrgica y expresiones artísticas vinculadas con expresiones como la música, el tejido, el video, el cartel gráfico, la fotografía y los testimoniales –por ejemplo, la artista Paulina Vargas montará una pieza interactiva y también habrá una presentación del coro del Centro Universitario Ignaciano (CUI).
“El arte es un dispositivo sumamente potente para sensibilizar a las personas, por eso queremos reconocer ese trabajo. Creemos también que en la universidad tenemos que tejer redes entre departamentos y el arte nos ha demostrado que puedes generar procesos de reflexión y aprendizaje muy profundos”, añadió Quintero.
El equipo organizador contó con la colaboración de la Licenciatura en Arte y Creación del Departamento de Estudios Socioculturales (Deso), de la Coordinación de Divulgación y Difusión Académica, y del Centro de Promoción Cultural.
El recorrido por las siete estaciones (que incluirá sitios como la Plaza Central, la Plaza de los 50 Años o la Black Box) busca ser una alegoría del viacrucis que pasan los familiares de personas desaparecidas.
“Queremos que, de manera simbólica y vivencial, se represente no solamente ese horror que pasan, sino esa esperanza que las madres buscadoras y familiares de personas desaparecidas tienen en la búsqueda de sus seres queridos”, añadió González.
Ese día también se brindará información generada en el ITESO, como un par de guías –sobre qué hacer en caso de desaparición forzada o sobre la declaración especial de ausencia–, y un tríptico sobre pasos básicos en las primeras 72 horas de una desaparición.
El ciclo incluirá actividades durante varios días, algunas ya realizadas como un encuentro entre familias de desaparecidos y la inauguración de la exposición “Huellas de la memoria”, que estará durante un mes en La Fabriquita. Pero también otras, como la reinauguración, el pasado 29 de agosto, de la exposición “Vestir la represión” –que el año pasado estuvo en el ITESO– en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Mupag), y que ahora incluye un mapa de puntos en Jalisco donde se vivieron agravios, así como un conversatorio en el campus, el 27 de noviembre próximo, con la artista y fotógrafa española Espe Pons, quien ha realizado trabajos alrededor de las víctimas del franquismo.